El origen de los seguros y los riesgos en la historia

Surge por la necesidad de reducir el riesgo económico

 

Hoy, los seguros son una pieza fundamental en nuestra sociedad

 

El origen de los seguros tiene varios focos y se desarrolla a diferentes ritmos y de diferentes formas a lo largo de la historia en varios lugares del planeta. Hoy comentaremos algunos de esos momentos clave de la historia.

 

Los seguros nacen por la necesidad de reducir el impacto económico de un riesgo.

Obviamente, una póliza de seguros no elimina el riesgo, pero sí produce seguridad. La seguridad de que las consecuencias de un siniestro no van a causar gran impacto económico.

 

Aunque el primer contrato de seguro, surgió en 1347 en Génova Italia y la primera póliza apareció en Pisa en el año de 1385. Existieron algunos sucesos en los que se perfilaba la necesidad de crear el papel del seguro. Observemos algunos casos:

 

La necesidad de asegurar el comercio marítimo

 

El Código Hammurabi en la antigua Babilonia protegía a los deudores en una catástrofe o muerte. Este era un seguro marítimo en el que el mercader recibía un dinero para financiar su viaje. Si conseguía llegar a puerto debía devolver el dinero con intereses y si naufragaba no tenía que pagar nada.

 

Hacia la misma época, los mercaderes chinos reducían el riesgo intercambiando bienes en los barcos para que, si alguno se hundía, todos perdieran un poco.

 

El bien colectivo y la necesidad de protección, también llevó en la época medieval, a que los gremios contaran con un seguro para los trabajadores. De manera que si uno de estos quedaba inválido o moría, su familia estaba protegida. En esta época se empezaron a popularizar los seguros colectivos que siguen aplicándose hoy en día.

 

Apuestas y seguros en el siglo XVII

 

Más adelante, en el siglo XVII, el negocio asegurador comenzó también de la mano del comercio marítimo. En Londres, en 1687 abrió sus puertas el Café Lloyds, un lugar donde la gente iba a hablar y contar chismes sobre los barcos y la suerte que correrían en sus viajes. En esta taberna, las apuestas se vieron incentivadas por la información acerca de puertos, mareas, rutas de los barcos, que Edward Lloyd proveía a sus clientes a modo de boletín informativo. “La lista de Lloyd”, que así se llamaba el boletín, dio paso a apuestas que pronto se convirtieron en seguros, materializados a través de un contrato. 80 años después se formó la Sociedad Lloyd’s, siendo una de las compañías más importantes del sector seguros.

 

Tras el Gran Incendio de Londres, el seguro contra incendios se popularizó y hacia el siglo XIX ya era un negocio en expansión.

 

Campesinos en los Alpes

 

En el s. XVI los campesinos de los Alpes decidieron dividir el riesgo para minimizarlo. De esta manera si una vaca enfermaba, con las pérdidas económicas que eso conllevaba, se apoyaban unos a otros. Años más tarde, los campesinos bajaron a Zurich y Múnich y establecieron algunas de las compañías de seguros más importantes del mundo.

 

Y estos fueron solo algunos de los acontecimientos que propiciaron el desarrollo del seguro hasta el fenómeno que es hoy en día. Conocer el origen nos lleva a sacar algunas conclusiones acerca de la verdadera razón de ser de los seguros:

 

• Reducir el riesgo de experimentar pérdidas
• Garantizar la protección ante siniestros y problemas que derivan en gastos económicos
• Evitar perjuicios económicos que pueden pasar o no, a cambio de un pago soportable

 

Es decir, los seguros son negocios muy favorables y necesarios para todo tipo de públicos. Satisfacen la necesidad de tranquilidad y proporcionan productos adecuados a cada persona y sus circunstancias.

 

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