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Los fraudes al seguro más frecuentes

Los fraudes al seguro más frecuentes

Los fraudes al seguro repercuten en el resto de asegurados

 

El seguro de automóvil es el que más intentos de fraude experimenta

 

¿Qué se entiende por fraude?

 

Los fraudes al seguro son aquellas actividades o acciones que se realizan con el objetivo de obtener prestaciones o indemnizaciones indebidas del seguro. Ocultar información a la compañía, facilitar información errónea o falsa, simular la existencia de un siniestro que realmente ha ocurrido o exagerar las consecuencias de un siniestro se consideran fraudes al seguro.

 

Los fraudes a las aseguradoras son un delito

 

Sí. Los fraudes a las aseguradoras pueden constituir un delito. Y cada vez son más comunes y las aseguradoras ponen más medios para evitarlos. En concreto, en 2017 se produjeron 165.959 intentos de estafa a aseguradoras según datos reportados por Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (ICEA). Es decir, que este dato recoge sólo los intentos de fraude reportados por las compañías pero no todos los que ocurrieron.

 

¿Quién sufre las consecuencias de los fraudes?

 

Puede parecer que son las aseguradoras las víctimas de los fraudes, pero en realidad son los propios asegurados. Con el dinero del resto de asegurados, las aseguradoras cubren los costes de las indemnizaciones. Por eso, si un asegurado defrauda a la aseguradora, en realidad lo está haciendo a costa del resto de asegurados.

 

¿Qué tipo de fraudes son los más comunes?

 

Los datos de ICEA muestran que la mayoría de los casos de fraude detectados se da en el seguro del automóvil, seguidos de seguros de Responsabilidad Civil y seguros personales: seguro de vida, accidentes y salud.

 

Dentro de este tipo de seguros destacan los siguientes fraudes:

 

  • Falsos daños corporales
  • Presentación de partes falsos
  • Magnificar los daños
  • Falsos robos de coche con violencia

 

¿Qué consecuencias tienen los fraudes al seguro?

 

En primer lugar cabe recordar que el fraude a las aseguradoras es un delito que puede tener consecuencias penales. Los fraudes a la aseguradora se pueden considerar delitos de estafa y en consecuencia el defraudador se enfrentará a importantes multas o incluso ir a la cárcel.

 

Además, se rescindirá la póliza del seguro y el defraudador quedará marcado por su compañía que además lo pondrá en conocimiento del resto de compañías a través de un sistema de intercambio de datos de personas fraudulentas. Es decir, que el defraudador en el futuro tendrá problemas para contratar un seguro.

 

Además, si el asegurado tenía derecho a indemnización e intenta defraudar a la aseguradora perderá el derecho a la misma.

 

 

¿Necesitas más motivos por los que no defraudar? ¡Recuerda que los fraudes nos perjudican a todos!

 

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